Enfermedades de invierno: Una razón para cuidarse

Dra. Katy Heise Mora

Las enfermedades respiratorias son nuestras eternas acompañantes, especialmente entre marzo y septiembre, ello porque en este periodo aumenta la permanencia de  personas en lugares cerrados, como así también la presencia de virus en el ambiente y contaminación ambiental producto de los sistemas de calefacción y/o de transporte.

 

La mayoría de las infecciones serán de corta duración y bastará con cuidados generales, pero una fracción de ellas será de mayor gravedad especialmente en niños y adultos mayores, y específicamente aquellos con patologías crónicas como obesidad, diabetes, cáncer y enfermedades pulmonares obstructivas, como asma bronquial. En este contexto, el Sistema Público de Salud todos los años se prepara para enfrentar el aumento de la demanda de atención por enfermedades respiratorias y evitar sus complicaciones, este año el slogan es “Chile le gana al Invierno” y como siempre, incluye actividades de prevención y estrategias de atención que se implementan a través de todos los establecimientos de la Red Asistencial.

 

Sin embargo, proveer atención no es suficiente, se requiere además una corresponsabilidad entre el sector salud y de todos como ciudadanos, ya que todos podemos aportar en la prevención. De hecho, existen numerosas recomendaciones para prevenir las enfermedades de invierno, mayor educación en el reconocimiento de síntomas de gravedad, además de un fortalecimiento de la red pública de salud, medidas que permiten reconocer lo importante que han sido las campañas de invierno y el gran impacto que han tenido en los últimos 20 años para la salud de los chilenos.

Vacunarse, no fumar, reducir al mínimo al exposición al humo, lavarse las manos frecuentemente, ventilar los espacios cerrados, limpiar y desinfectar superficies, taparse la boca con el antebrazo al toser o estornudar, usar pañuelos desechables y botarlos, evitar el contacto tan cercano con personas enfermas, son conductas que no son sólo para protegerse a sí mismos, sino más importante aún, para evitar la transmisión de las enfermedades hacia grupos vulnerables: nuestros niños, abuelitos y familiares enfermos, quienes con más frecuencia hacen complicaciones de salud.

 

Es posible ganarle al invierno haciendo nuestro mayor esfuerzo en la prevención y utilizando los servicios de salud cuando sea necesario.

 

REVISA AQUÍ: http://www.australvaldivia.cl/impresa/2015/07/29/full/cuerpo-principal/8/